Espectáculos

Hilda Bernard, una leyenda viva que cumple 100 años

@RFilighera

Intérprete de bajo perfil, totalmente compenetrada en los caminos de su profesión. Cabal en la actitud humana y de una enorme responsabilidad en todas las áreas que transitó: teatro, televisión, cine y radio. Una trayectoria que engloba más de 80 años de recorrido; un verdadero ejemplo arriba y debajo de un escenario. Con algunas dificultades de salud, Hilda Bernard, nacida en Puerto Deseado, provincia de Santa Cruz, cumplirá este jueves 100 años, verdadero paradigma de homenaje a la historia del espectáculo y a la vida misma.

Hija de padre inglés (hijo de belgas) y madre austríaca, Hilda tuvo dos hermanos: Raquel y Jorge, quien se desempeñó como jugador de rugby. Estuvo casada en dos oportunidades: la primera fue con el presidente de la Asociación Argentina de Locutores, Horacio Zelada, y la segunda ha sido con el productor, autor y director Jorge Goncalvez, de quien quedó viuda en 1983. Tiene una hija llamada Patricia, un nieto, Emiliano y un bisnieto de nombre Lautaro.

Vocación precoz

La vocación de Hilda nació de manera muy temprana. Así dadas las cosas, decidió abandonar la escuela y meterse de lleno en las clases del Conservatorio Nacional de Arte Dramático. Tuvo como profesor al gran realizador Antonio Cunill Cabanellas y como compañera de curso a otra grande de la escena argentina: la inolvidable María Rosa Gallo.

Precisamente, su primer trabajo quedará registrado en 1941 como una vendedora de empanadas en la obra “Martín Fierro”. A todo esto, Hilda gana un concurso actoral y, en la continuidad de sus primeros trabajos, actuará en papeles de damita joven, siendo dirigida por dos experimentados directores: Orestes Caviglia y Enrique de Rosas.

Debut radial

Un capítulo valioso en su trayectoria está centrado en 1942. Se trata de su debut en Radio El Mundo, oportunidad en la que transitó varias producciones del radioteatro argentino, acompañando a intérpretes de la talla de Oscar Casco y Fernando Siro. Luego pasa a Splendid y realiza su aporte en varios ciclos de Nené Cascallar. Sin embargo, al poco tiempo vuelve a El Mundo y participa en “No quiero vivir así” y “Alguien para querer”. Su amor por la profesión no cesa y, en este sentido, la actriz, en 1952, realiza su primera intervención cinematográfica en “Mala gente”, de Don Napi. A todo esto, actuó en la ficción que se llamó “Esos que dicen amarse”, del legendario Alberto Migré.

El radioteatro fue uno de sus primeros trabajos. (Foto: Archivo Diario Crónica)

“Su comedia favorita”

Y aquí cabe señalar que la pantalla chica se va a constituir para la querida intérprete en uno de sus ámbitos predilectos. En este sentido, participó en el ciclo “Los suicidios constantes”, en Canal 13, y también en otro programa de particular fuste como fue “Su comedia favorita” y que ocupó durante cinco años un gran abanico de propuesta argumental con el sello indiscutible de la pluma de Alberto Migré. A todo esto, le sumó “Mujeres en presidio” por Canal 9 y también un opus fundamental en su trayectoria: “Muchacha italiana viene a casarse”, popularísima ficción de aquel entonces, protagonizada por Alejandra Da Passano y Rodolfo Ranni. Y si de ciclos memorables se trata, también intervino en “Alta comedia” (1971) con la dirección creativa de María Herminia Avellaneda. Otro de sus grandes trabajos para la tevé ha sido la recordada telenovela “Malevo”, que contó con el aporte protagónico de Rodolfo Bebán.

El teatro, presente

Años después, en la década del setenta, acompañó a Amelia Bence en una de las versiones más modernas de “El amor tiene cara de mujer” y en 1980 participó de “Las 24 horas”, uno de los ciclos más destacados de nuestra tevé y que reflejaba diversas problemáticas de la vida cotidiana. A todo esto, el teatro no podía estar ausente; entonces, Hilda intervino, con gran receptividad popular, en las obras “Cuarteto”, “Fetiche”, “Mujeres por la identidad” y “El último encuentro”.

Recibiendo un premio, junto a Juan Carlos Calabró. (Foto: Archivo Diario Crónica)

Edad y personajes

En la década del ’90, entonces, fue llevando a cabo personajes que estuvieron más cercanos a su edad y así cobraron más fuerza los roles relacionados con tías y abuelas. Ante este cuadro de situación se la pudo ver a Hilda en la ficción de “Andrea Celeste”, con Andrea del Boca, una telenovela de gran repercusión en cuanto a rating y valoración del público.

Querida por los adolescentes

Readaptándose a estructuras argumentales vinculadas a los adolescentes, participó en dos ficciones fundamentales de Cris Morena: “Chiquititas” y “Rebelde Way”. Como si esto fuera poco, también se la pudo ver en “Floricienta”. Por otra parte, es dirigida por Damián Szifrón en un capítulo de la serie “Los simuladores”. En teatro, actúa junto a Victoria Carreras en el clásico por excelencia de nuestros escenarios: “Las de Barranco” (Teatro Nacional Cervantes) y poco tiempo después se presenta en el Museo Larreta con la obra “Bien de amores”.

Siempre muy actual, por cierto, en 2005, con 84 años, compuso a una anciana hippie en el Chacarerean Teatre y, a la par, pone su impronta en el ciclo televisivo “Se dice de amor”, que contó con las actuaciones de Juan Darthés y Eugenia Tobal. Dos años después integró el elenco femenino de “Fetiche”, una pieza con teoría biodramática bajo la batuta de José María Muscari, en el Teatro Sarmiento. A esto le sumó, luego, sus actuaciones en “La niñera”, con Florencia Peña; “El patrón de la vereda” y “Socias”. También intervino en “Los exitosos Pells”, ciclo protagonizado por Carla Peterson y Mike Amigorena. En tanto, el teatro continuaba siendo la fuente de sus máximos recursos. Puso su sello en “El último encuentro”, junto a Duilio Marzio y Fernando Heredia, un espectáculo de gran repercusión artística.

En “Chiquitas” hizo un personaje fuerte. (Foto: Archivo Diario Crónica)

Reconocimientos

A su vez, estuvo nominada a los premios Martín Fierro como “Actriz protagonista de unitario y/o miniserie” por su labor en “Dromo: nada es lo que parece”, en donde hizo la composición de la atormentada madre de Chunchuna Villafañe. Pasan los años y no cesa su actividad. En 2010 es distinguida por el municipio de la ciudad de Avellaneda en un acto llevado a cabo en el Teatro Roma; obtuvo, también, el premio María Guerrero y el Eter a la trayectoria. Su trabajo no cesa y actúa en el unitario histórico “Lo que el tiempo nos dejó”, producido por Telefé y en el que personifica a la cantante de tango Ada Falcón. Y en el marco de amplios reconocimientos y tributos, en 2015 Aptra le concede el premio a la trayectoria. Una vida al servicio del arte, la sensibilidad y el buen gusto.

En el ámbito cinematográfico, Hilda también le puso rúbrica a una gran tarea. Algunas de sus actuaciones más importantes se dieron en los filmes “Mala gente” y “Enigma de una mujer”, mientras que su rol (magistral) de una de las tías en “Días de ilusión” destacó con brillo su paso por este ámbito. En tanto, su voz acompañó “Historia de una soga” y también fue dirigida por Oscar Barney Finn en el filme “Cuatro caras para Eva”. Por otra parte, se recuerdan sus actuaciones en “Enigma de mujer” (1972), “Autocine Mon Amour” (1973), “Vení conmigo” (1973), “La flor de la mafia” (1980); “Días de ilusión” y “Rosa de lejos”, ambas de 1981; “Seis pasajes al infierno (filmada en 1976 y estrenada en 1987), “Diapasón” (1992), “Cuerpos perdidos” (1988) y “Cama adentro” (2004) junto a Norma Aleandro.

Una guerrera: le ganó al coronavirus

Una señora de la actuación, desde siempre. (Foto: Archivo Diario Crónica)

Hace poco, el nieto de Hilda Bernard, Emiliano Parada, hijo del recordado actor Emilio Disi, había informado que su abuela había podido superar el coronavirus; un soplo, en definitiva, que llevó particular alegría a toda la colonia artística. “Podría decirse que se trata de la mujer que le ganó a la muerte, ya que ahora pudo vencer al coronavirus y hace unos meses, por otra parte, también la habían dado por fallecida”, afirmó con ironía recordando el rumor que había generado gran repercusión en las diferentes redes sociales.

Cabe recordar que, en 2014, la gran actriz, querida por colegas y público, había sufrido un ACV del cual pudo reponerse, aunque con algunas secuelas. “Perdí mucha masa muscular y de cierto lado no tengo sensibilidad, debido a ello es que uso bastón. En cuanto pude me levanté y puedo salir, ahora, a la mañana y a la tarde. No sé si con el tiempo se me irán las secuelas”, aseguró a La Nación por aquellos días. Desde ese momento decidió retirarse de la actuación. Ahora, con la reposición de “Chiquititas” en la pantalla televisiva, Hilda Bernard volvió a instalarse con sus mejores perfiles de talento y búsqueda histriónica.

Por R.F

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